Este verano me apunté a un curso
intensivo de japonés del CSIM de la
Complutense. Podéis consultar la página web aquí.
Bien, mi historia con el japonés
es larga, muy larga, pero nada constante. Creo que empecé a encapricharme con
el idioma a los 9 o 10 años, cuando tuve acceso al maravilloso canal Buzz (el
de antaño, lleno de anime). Me emperré en aprender japonés y me compré un mini
diccionario. Sin embargo, no me lo tomé en serio hasta tener internet, donde
por fin pude aprender el hiragana, el katakana y algún que otro kanji suelto.
Después cayeron muchos otros manuales y gramáticas, pero sentía que no me entraba
en la cabeza. Para un idioma tan diferente, sentía que necesitaba que alguien
experto me diera una base y ya a partir de ahí, yo ya sería capaz de autocompletar.
El año pasado, durante mis
Erasmus en Bruselas, me apunté a una academia de japonés. Aunque sólo era un
curso de conversación, lo vi muy útil. Sin embargo, por circunstancias de la
vida, tuve que dejarlo. Y por fin, este verano empecé a buscar como loca y
encontré este curso intensivo. Ahora sí, tras este enorme rodeo, mi experiencia
con el curso intensivo.